Powered By Blogger

14 jul 2011

Dulces secretos

Tantas cosas uno se guarda, tantas palabras, ensayos completos, ideas, imágenes, porque cree que no estaría bien, que no sería justo, que no serviría de nada, en fin, porque por algún motivo, decide no mostrarlas. Y de la misma forma, tantas cosas uno genera en otras personas y hay tantas cosas que otras personas generan en uno… Y el otro nunca se entera lo que nos hizo ver o sentir o por que no, imaginar. Y nosotros nunca nos enteramos de las veces que formamos parte de ideas, de sueños, de proyectos, de fantasías, que jamás nos serán develadas. Yo atesoro, no me avergüenza contarlo, muchos pensamientos, textos, sueños, fantasías, certezas… Y los protagonistas de todos mis tesoros lo desconocen por completo. Es cobardía, miedo, crueldad de mi parte? No lo sé.
Me quedo con dos grandes frases, ahora no recuerdo de donde las saqué, pero acá están: “Nadie conoce a nadie” y “Cada persona es un abismo que te marea mirar”.

Nota: Minutos antes de escribir Dulces secretos una visión fugaz de sólo unos pocos segundos, me llevó a escribir otra entrada Nadie muere en la víspera. Pero después de escribirlo, lo releí y decidí que pasaría a formar parte de mis tesoros. Simplemente porque no cumplía con los requisitos para que lo publicara, porque no tenía piedad con mis sentimientos. Sin embargo, no quise dejar de hacerle justicia, no quise dejarlo en la total oscuridad. No quise dejar impune este nuevo golpe en la cara, esta nueva descarga de adrenalina que circuló por mi cuerpo por sólo segundos de tener una imagen ante mis ojos.