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25 dic 2012

Tereré


Y es casi como el olor de tu pelo, pero no hay nada más embriagante. Vení, enredate conmigo, avancemos hasta que el camino de vuelta quede tan lejos que ya no sea posible. Vení, perdete conmigo. Me preguntás si te dejo… la pregunta correcta es si podemos, si los dos podemos soportar esto. Es mejor que el fuego y el viento juntos, puede derribar cualquier cosa. Probá con arriesgarte… me preguntás como se hace eso… bueno, es como meterse al mar hasta no hacer pie y de ahí un poco más. Alguna vez corriste tan fuerte, sin mirar atrás, sin saber por donde ibas? Deberías.

20 dic 2012

Es esa luz que tenés alrededor


El reloj en mi cocina vuelve el tiempo para atrás, posta. Cuando algo no funciona, cuando realmente una sabe que algo no funciona pero no conoce el porqué, hay que dejarlo ir. No preocuparse más. Y no sólo al reloj me refiero. Digo, es como cuando te imaginás algo. Es impresionante el poder de la imaginación, para estar hasta en el más mínimo detalle. En esos momentos soy capaz de ver colores, de ver gestos, de ver palabras, porque todo se trata de ver, no de sentir, ni hablar, eso no existe en los sueños. Cuando soñás sólo ves, lo pensaste? En los sueños no hay sabores, ni olores, ni tacto, sólo ves. Es casi como un sueño de esos tan vívidos que cuando te despertás vas al espejo para ver si son ciertos. Es imaginarse todo, e imaginárselo perfecto, obvio. Para eso están los sueños. Para que las cosas se compliquen está el resto, lo que queda.
Y hay veces en que uno ve todo tan claro, tan directo, tan simple. Eso es lo que tiene de bueno la ilusión, se pierde casi tan rápido como aparece. No es como la esperanza, esa es la peor. Y una tortura que tarde tanto en irse. Pero cuando al final también perdemos la esperanza, ahí si que viene el alivio. El alivio y la felicidad, todo junto. A la mierda con la esperanza.
(siempre tan susceptible, para variar)

9 dic 2012

Reflexiones de bar


Nada más constructivo que ponerse en el lugar del otro. Pero no falsamente imaginando como reaccionaría uno, que haría uno en esa situación. Sino realmente estando en el lugar del otro, que te toque vivir lo que antes sólo criticabas, lo que antes veías de afuera y no podías entender. Y llegar a decir… “la puta madre, que equivocada que estaba al juzgar a esa persona, me tocó a mí e hice exactamente lo mismo”. Eso es aprender.
(Agradezco infinitamente no tener acceso a esas fotos!) :)