Powered By Blogger

12 ene 2013

yo soy Física y Química

La categoría 1 no existe, pero hay quienes se le acercan mucho ;)

8 ene 2013

Vivir es un vértigo y no una carrera

Cierto que no prescindí de ningún laberinto
que amenazara con un callejón sin salida.
Ante otro más de lo mismo creí en lo distinto
porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Pero, quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello...
dímelo... me va la vida en ello.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio,
quise quemarla de prisa jugando con fuego.
Y me abracé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas en juego.


Pero, quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haberte creído que amar
era el verbo más bello...
dímelo... me va la vida en ello.

(Aute, auterretratos vol. 3)

(Y quizás esa persona que buscás, esa que nunca dejaste de buscar, está allá afuera. Parada en una esquina, esperando que los autos se detengan para cruzar. Y quizás esa imagen que tanto buscás, su imagen, se esté reflejando ahora en los vidrios del colectivo que pasa por esa esquina. Ahora, justo ahora, mientras vos leés esto. No te calles! No te quedes con las ganas de un abrazo, de un beso. No vale la pena perderse ser feliz por vergüenza. No te reprimas a vos mismo, es muy triste! Nunca dejes de hacer lo que querés por miedo. No te calles, por favor.)

3 ene 2013

Hablaste tanto hoy... Desde que te abrí la puerta. Yo no sé si habré llegado a decir cinco palabras seguidas, pero vos sí. Vos hablaste y hablaste y no parabas. Al principio te seguía, por un buen tiempo me esforcé por escucharte hasta que llegó un momento que no pude más. Mis esfuerzos no me alcanzaron y me perdí en tu voz. En algún punto quise retomar el hilo de lo que me contabas, no pude, ya me había quedado atrás. Y es mi culpa. A esta altura debería saber que si me quiero concentrar en lo que me contás no te tengo que mirar a los ojos. Porque es automático, si empiezo por los ojos no me puedo contener y me detengo a observar cada detalle de tu cara, esa muesquita que se te forma cuando pronunciás la sílaba "ri", la manera en que fruncís levemente el ceño, la tensión en tu cuello, tantas cosas... Al final, por supuesto te diste cuenta que no estaba prestando atención a lo que me contabas. Dejaste de hablar, de repente dejaste todo por la mitad. Entonces me miraste a los ojos, me dijiste hola. Y nos reímos juntos. Ya no hablamos, no hizo falta. Sólo cuando salimos de casa, recién ahí vos dijiste dos palabras más, pero igual como antes, no hacían falta. Hola.

(quise cerrar el post con un fragmento de Rayuela, pero no se puede, habría que citar todo el libro)