Hay días cansadores que tienen el final más lindo. A veces sólo hay que esperar hasta el desenlace para tener nuestra merecida recompensa. Cuando llego de la calle, del ruido, de todo el resto del mundo y estás en casa esperándome... todo valió la pena.
Gracias por hacerme sentir una reina, por acompañarme, cuidarme y amarme tanto y siempre.
Te amo
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