Descripción bizarra del universitario promedio*

El universitario promedio, bicho raro… Excepto para otro universitario promedio, quien sólo lo ve como alguien más en la fila.

El universitario promedio,

1. Sólo considera carrera universitaria a la suya, que es meramente exacta, y se jacta de eso. Llama a las otras carreras meros estudios terciarios. Y en mención especial a los compañeros de cuadra, suele llamarlos, “los del lado oscuro”.

2. Si alguien le pregunta la hora o si mira su reloj para saber cuanto tiempo falta de clase, del tiempo de descanso, para que abra la fotocopiadora o para cualquier otro fin facultativo, nunca dirá, por ejemplo, “son las 2 y media pasadas” sino, “son las 14 y 31 minutos, quiere que se lo pase a segundos?” o bien, si no confía en la calibración de su reloj, “son las 14 y 30 ± 2 minutos”.

3. La imagen del universitario promedio con las dos manos libres es pura leyenda, un mito. Siempre lo verás deambulando con algún papelete entre manos, ya sea apunte o cuaderno, pero NUNCA las dos manos libres.

4. El universitario promedio disfruta más hacer compras en una librería que en cualquier otro comercio. Incluyendo “cualquier otro comercio”.

5. Cuando está en la fila para comprar algo para comer entre clase y clase, para sacar una fotocopia, para imprimir un apunte, para hacer un trámite, para ir al baño, para tomar el ascensor (porque acá los pisos son dobles y hoy me toca clase en el aulario de la terraza, vió?), para entrar a un curso, etc., suele aprovechar este tiempo libre para, sí, adivinó, estudiar el apunte de turno que esté ocupando su mano derecha (ver punto 3).

6. Conoce perfectamente la diferencia entre seminario, tp, teórico, labo, informe, hipótesis, etc. Y también entre aprobado y aprobado precipitado. Esta última, por desgracia.

7. Y por último, el universitario promedio es feliz aprendiendo y dedicándose a lo que más le gusta y le interesa. Es feliz cuando tiene un protocolo experimental para seguir y ya se puso el guardapolvo, es feliz cuando aprueba un parcial, y, por qué no decirlo, es realmente feliz así, estudiando.

*Descripción sólo válida para el estudiante sito en la calle Junín al 900.